martes, 14 de septiembre de 2010

Daniel Cohn-Bendit


Con 23 años fue la voz más audible del Mayo ‘68. Aquella revuelta juvenil que sacudió las instituciones y las mentes de la sociedad francesa sin un plan preconcebido. Lo que comenzó como una protesta estudiantil por cuestiones académicas, posteriormente se extendió a las fábricas y acabó convirtiéndose en la mayor impugnación a la “modernidad establecida”.

Los rebeldes del Mayo francés reivindicaban la espontaneidad como estrategia de lucha y proclamaban la necesidad de que la imaginación tomara el poder. Fue un ruidoso llamado de atención, no solamente a la clase política sino a toda la sociedad adormecida en el consumismo, para reivindicar el derecho de exigir lo imposible.

Al cabo de unos meses las protestas se habían propagado a varios países europeos, a EEUU, México. Incluso llegó a tener eco en nuestra UCV en la llamada Renovación Universitaria del '69. Si la universidad era el mecanismo reproductor del orden establecido su transformación sería el germen de una nueva sociedad.
Por su liderazgo antipartidista y sus críticas a “la vanguardia dirigente” tildaron a Cohn-Bendit de anarquista y la prensa lo bautizó como “Dany el rojo”, aunque él prefería llamarse libertario. En una entrevista que Jean Paul Sartre le hiciera en pleno fervor de las protestas, declaraba:

La posibilidad de lograr que la enseñanza brindada en la universidad se transforme en una "contraenseñanza", que no fabrique más cuadros bien integrados sino revolucionarios, es una esperanza que me parece un poco idealista… Las gentes caerán en el engranaje del sistema. En el mejor de los casos serán miembros de una izquierda "bien pensante", seguirán siendo, objetivamente, los engranajes que aseguran el funcionamiento de la sociedad. Nuestro objetivo es lograr una "enseñanza paralela", técnica e ideológica. Se trata de que nosotros mismos removamos la universidad sobre bases totalmente nuevas, aunque no dure más que unas semanas. Lo importante no es elaborar una reforma de la sociedad capitalista, sino hacer una experiencia de ruptura completa con esta sociedad, una experiencia temporaria, pero que deje entrever una posibilidad. Se percibe algo, fugitivamente, y se desvanece, pero es suficiente para probar que ese "algo" puede existir.

Estas palabras dichas hace más de 40 años arrojan luces para entender la situación de la UCV que, que siendo vanguardia en épocas no muy lejanas, hoy exhibe tanto conservadurismo. Me atrevo a aseverar que la “enseñanza técnica e ideológica “paralela” se está construyendo al margen de la “casa que vence la sombra” en la actual Universidad Bolivariana. El reto consiste en que este experimento, que no reproduce la misma sociedad de donde surgió no envejezca prematuramente y termine fosilizándose.

Desde 1999 Cohn-Bendit es eurodiputado y líder ecologista. Ha dicho que la izquierda verde no está ni a la izquierda de la izquierda ni a la derecha de la izquierda. Simplemente está adelante, es su ala innovadora y desoxidante. De allí que después lo llamaran “Dany el verde”. Por su defensa de la diversidad cultural, también le han llamado “Dany el Lila”. Sirvan estas palabras de modesto homenaje para Dany, el multicolor.

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